JUEVES SANTO - LOS SIETE MONUMENTOS

Contiene belleza de universo la visita en familia de los Siete Monumentos el día de Jueves Santo ya atardeciendo.

Tal vez en el ahora vayamos a la visita menos familia conjunta y más personas solitarias, pero, solos o en compañía, importa acercarse a las Iglesias a dar gracias por ese Pan y ese Vino, por ese Cuerpo y esa  Sangre,  de los que mana un manantial de Vida para toda la Humanidad.

La parroquia del Corpus Christi también ha levantado su monumento a la Eucaristía y al Sacrificio. Y lo ha construido de forma humilde, humana y familiar, y, al mismo tiempo, eficaz y hermosa. Una oportunidad para arrodillarse o permanecer en recogimiento, para orar o guardar silencio; para agradecer en última instancia la venida de Dios en forma humana y su permanencia constante entre nosotros.

Y en cualquier espacio de una Vigilia Pascual, quedaron suspendidas en una noche palabras de cosmos retumbando en la eternidad:

¡Qué culpa tan hermosa, si ha traído al mundo a tan grande Redentor!






Comentarios